Exjefe de la Sunat resalta que contribuye a que todos tributen
El acceso a la información financiera debe considerarse como una necesidad que deben atender los países debido a que permite luchar activamente contra el lavado de activos, uno de los esquemas que más daño ocasiona a la economía y a los contribuyentes formales, sostuvo el exjefe de la Sunat, Martín Ramos Chávez.
Afirmó que el contexto mundial ha cambiado y que el secreto bancario evolucionó, teniendo en cuenta que el tratamiento a los países considerados como paraísos fiscales de nula o baja imposición ahora contempla a las jurisdicciones no cooperantes, como el caso peruano en el que se exigen Acuerdo de Intercambio de Información que no estén limitados por prácticas administrativas o normativas.
Por este motivo, señala, la legislación de los países se viene adaptando a este nuevo escenario, en el que se prioriza la seguridad de la información que manejan las Administraciones Tributarias, teniendo en cuenta que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tiene una guía y estándares de seguridad que son utilizados por todas las economías que la integran, como Perú.
No genera informalidad
Ramos Chávez precisó que, si bien este tipo de medidas tienen algunas críticas, no hay evidencia que en los países donde se ha implementado haya generado informalidad o sobrecostos a los contribuyentes.
Agregó que el intercambio de información no busca mayor formalidad, sin embargo, aporta bastante en la transparencia y en la lucha contra la evasión, elusión y lavado de activos.
“Es importante que la sociedad comprenda la importancia de este tipo de medidas, que no sólo son un estándar internacional, sino que apoyan la lucha contra la evasión tributaria y con ello contribuyen a la redistribución de la riqueza, pues todos los que generan algún tipo de renta deben tributar, porque permite garantizar el principio de solidaridad contributiva”, aseveró.
El exsuperintendente destacó que el intercambio de información es una medida que contribuye a mejorar el cumplimiento de las obligaciones tributarias, utilizando un esquema que ya viene dando buenos resultados en otros países que tomaron en cuenta las recomendaciones de la OCDE, como el Perú que ya aprobó la pruebas de sus estándares de seguridad y confidencialidad tributaria y financiera.